jueves, 15 de septiembre de 2011

viabilidad de utilizar energia nuclear en uruguay

La situación coyuntural de crecimiento económico mundial impulsa la demanda de energía. La disminución de las reservas limitará el ritmo de extracción del petróleo y su precio continuará creciendo. También aumentarán los precios de sus sustitutos (gas, carbón, uranio). Los gobiernos de los países deberán considerar la utilización de otras energías, en particular para la producción de electricidad.

La generación núcleo eléctrica existe en una minoría de países donde es discutido su mantenimiento frente a otras energías. La generación de electricidad con combustibles fósiles produce gases de efecto invernadero, que contribuyen al cambio climático. En países donde no existe generación núcleo eléctrica se alienta su incorporación por no tener emisiones que produzcan calentamiento global.

En Uruguay el uso de la energía nuclear está prohibido por la Constitución pero hay sectores políticos que impulsan la construcción de una central nuclear para compensar las variaciones anuales de hidraulicidad.

La Red Uruguaya de ONGs Ambientalistas reunida en asamblea el 1º de setiembre de 2007 se opone a la instalación de una central nuclear por las siguientes consideraciones:
1. Parte de los residuos radioactivos originados en ese tipo de usinas puede permanecer activa durante decenas de miles de años, pues aún no se ha podido modificar su vida media. No es posible encontrar en el territorio nacional un lugar para su disposición segura durante tan largo periodo de tiempo, esto implica dejar una contaminación peligrosa para generaciones futuras.

2. La generación núcleo eléctrica surgió durante el periodo de la Guerra Fría como un subproducto de la carrera armamentista. Se buscaba obtener el plutonio que es un elemento fisionable para la fabricación de armas nucleares. Todo país con centrales nucleares puede, a partir del plutonio, generar bombas atómicas.

3. Cualquier industria es pasible de sufrir accidentes, y la nuclear no es una excepción, como lo demuestran no sólo los casos de Three Mile Islands, Chernobyl y Tokaimura, sino los numerosos accidentes menores que siguen ocurriendo. El riesgo potencial de que se produzca un accidente importante es de una dimensión inaceptable para la seguridad del ambiente y la vida.

 4. El aporte nacional al aumento global del cambio climático es comparativamente pequeño. La contribución del sector eléctrico nacional al efecto invernadero es muy inferior a la de otros sectores como el transporte o la agropecuaria. Por tanto la reducción de las emisiones gaseosas no justificaría el cambio de generación eléctrica.
5. Uruguay debería incorporar paulatinamente en su matriz, energías renovables y sustentables como la eólica, la solar térmica y la biomasa, que ofrecen alternativas adecuadas a escala nacional. Utilizan recursos locales, son descentralizadas reducen los costos de transmisión, podrían desarrollarse con tecnologías nacionales e irse incorporando gradualmente a medida que crece la demanda. El ahorro de energía es también una fuente limpia. Por lo tanto se debe promover la eficiencia energética en todos los sectores, a través de la educación en todos los niveles y de la creación de instrumentos y regulaciones que reduzcan el consumo de energía.

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